Las tareas de a bordo tales como comprar, cocinar y mantener el barco ordenado y limpio se reparten entre toda la tripulación. La navegación es cosa del patrón, pero todo el mundo puede participar y aprender aunque no es obligatorio, si bien es verdad que al final, es uno de los atractivos del viaje.
Apuntarse al viaje solo es muy común, siempre acabamos conociendo gente nueva y se crean interesantes tertulias sobre los más diversos temas. Alguna que otra pareja se ha formado durante nuestros viajes. Normalmente la gente que nos encontraremos tiene una amplia zona de entre veintipocos y pasados los cincuenta y con capacidad de convivir y compartir con los demás.
Los camarotes se asignan al embarcar, siempre respetando las parejas, que se quedan con un camarote doble, siempre que sea posible asignamos a personas del mismo sexo para compartir camarote.
No, el patrón tiene la responsabilidad de pilotar la embarcación y mantener limpia la cubierta del barco. Pero lo normal es que se establezca una relación amistosa donde los pasajeros ayudan en la navegación y el patrón participa de las tareas a bordo como uno más del grupo.
Dependerá mucho del tipo de salida. En general, al llegar a bordo se hace un fondo común y se designa un cajero que controla los gastos. Con este fondo se paga la compra, el gasoil del barco, los amarres, y algunos grupos lo amplían a las cenas fuera y que se hagan en común. Normalmente una aportación al fondo común de entre 125 y 150 €/pers. suele ser suficiente para todo el viaje. Las copas y las compras son cosa de cada uno.
Todo el mundo se puede marear, de hecho incluso nuestro patrón se han mareado alguna vez. Pero el cuerpo humano se habitúa rápidamente al movimiento, y cuando nos bajemos del barco lo que notaremos es el mareo de tierra. Siempre es conveniente tomarse algo para el mareo, antes de hacerse la navegación el primer día. También es aconsejable embarcar con el estómago medio lleno y no ingerir mucha leche, que es indigesta.
En los viajes de un Fin de Semana de duración se suele navegar de día y por lo tanto el patrón puede llevar el barco solo. Por lo tanto no es necesario tener experiencia, lo único importante es tener un espíritu aventurero y abierto.
Sin embargo en los viajes de travesía (Travesía a las Islas Baleares o a Córcega) se navega seguido día y noche y se organiza un sistema de guardias. Por lo tanto más que experiencia lo que si que pedimos es una alta participación y muchas ganas de aprender.
Siempre y cuando la meteorología lo permita, pueden decidir la ruta en función de sus necesidades y preferencias.
No siempre, ya que a lo largo de las costas es frecuente que haya resguardos naturales, como calas o bahías, en donde se puede pasar la noche fondeado perfectamente si ese es nuestro deseo. De hecho es una experiencia totalmente recomendable y algo que no debería dejar de hacerse.
Se permite fumar en algunas zonas exteriores de cubierta, pero está prohibido fumar específicamente en los camarotes y zonas interiores.
Vidamarinera, 4 de febrero de 2013.
