Situado en el término municipal de Cadaqués. Lo encontraréis en las coordenadas L: 42 º 19′N / l: 03 º 18′E . Constructivamente es una torre construida sobre una casa pintada de blanco con una altura de 87,24 metros sobre el nivel del mar. Su estallido luminoso llega a las 30 millas de distancia y su frecuencia es un grupo de dos estallidos cada 10 segundos.
Dadas las especiales características de la zona, éste fue uno de los primeros faros en ser construidos a partir de la puesta en funcionamiento del Plan de Alumbrado en 1853. El emplazamiento actual se corresponde al mismo que ya escogieron los romanos para construir una torre de señales. Durante el mes de octubre de 1937 el faro fue ametrallado en tres ocasiones diferentes hasta dejarlo inutilizable. Al año siguiente, pero, se habilitó como semáforo (para comunicarse con las embarcaciones) hasta que en 1944 se recuperó para su función originaria. Finalmente, en 2001 se iba la última Farolera en ocupar ese cargo, Elvira Pujol que, nacida en el pueblo de la Escala, trabajó en los últimos 20 años en este faro.
El Cabo de Creus y su faro es el punto más extremo de la costa y todos los que navegan por la zona saben que, con rumbo sud y una vez superado el cabo y la Masa de Oro (la isla que encontramos a poco más de 200 m. de la punta del Cabo de Creus), podrán encontrar abrigo de los vientos en la bahía de Roses. Si quieres pasar entre la isla y tierra firme debe ser SOLO en condiciones buenas de tiempo y respetando las piedras cerca de la costa y los vientos que pueden rolar bruscamente. También tened en cuenta que la componente de la corriente aquí tiende a empujar los barcos hacia el Cap de Creus.
Si navegáis por la zona veréis que en general son costas llenas de rincones por descubrir, pero también de bajos para tener en cuenta. Si tenéis previsto costear es imprescindible llevar una carta de detalle y si vuestra intención es navegar por el norte del Cabo de Creus en dirección Francia, aseguraos un buen parte para cruzar sin las traidoras tramontanas.
