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Cogí este viaje 10 horas antes de partir hacia Menorca… Me convenía desconectar.... La experiencia fue impresionante. Ya había hecho este tipo de viaje sola, pero la gente que me encontré en éste fue magnífico empezando por ti Robert, el mejor patrón… y toda la tripulación.

Recomiendo, a todas luces, que no ha hecho nunca un viaje como este, se embarque directamente al Triana .. un barco con el mismo carisma que su patrón, Sencillo y con clase.

Muchos de recuerdos, espero veros muy pronto.

Marta Roca

Para poder describir una sola experiencia con vosotros es muy dificil porque en la travesia que hicimos mi pareja y yo a Menorca hubo infinidad de anecdotas todas maravillosas y otras muy graciosas, desde que Robert se escalabro hasta las desventuras con el Chichorro.

Pero lo que quiero comentar por aqui es lo maravillosos que son Robert y Gemma los cuales me ayudaron a darle una sopresa que nunca olvidare a mi pareja.

La travesia a Menorca nos gusto tanto que al mes siguiente el Triana hacia una Travesia a los Faros y mi compañera Marta se apunto para hacerla y yo por motivos de trabajo no pude ir, pues entre Gemma y Robert se las montaron para que yo pudiese embarcar en Portbou a mitad de la travesia sin que Marta lo supiera y asi darle una sorpresa la cual fue inolvidable,

Gracias Robert, Gracias Gemma por tantos buenos momentos y por compartir tu gran sabiduria al navegar.

Un abrazo a todos.

Julian Parra

Para un tipo de secano como yo, un viaje en un pequeño barco de vela es una experiencia muy atractiva. Yo hice la travesía de una semana por Menorca y, aunque tuvimos mala suerte y la meteorología no nos acompañó obligándonos a quedar algún día en puerto, volvería a repetirla sin ninguna duda si pudiera. Para alguien que no está familiarizado con la navegación como yo, poder contemplar el amanecer en alta mar, viendo como el Sol se eleva por la línea del horizonte, allá donde termina el agua, es una de las imágenes que quizá para un marinero sea banal pero a mí se me quedó, como otras tantas, grabada en la retina. Detalles tan nimios como el fragor de las olas, los destellos reflectantes que surgen del agua por la noche... son luego, sorprendentemente, lo que más recuerdas.

Y sobre la vida a bordo, primero señalar que Robert es un patrón muy responsable y que antepone la seguridad del barco y los tripulantes por encima de cualquier cosa. Además, como enorme aliciente en comparación con las experiencias que contaban los compañeros de viaje, Robert te hacer sentir parte de la "tripulación" y no un mero "pasajero". Con esto quiero decir que participarás en las tareas de manejo del barco, aprendiendo y sintiéndote útil a hacer las maniobras etc... En resumen, no eres un simple bulto que trasladan de un Punto A a un Punto B. Quizá haya personas que no den importancia a este hecho pero en una embarcación de reducidas dimensiones es un aspecto al que yo sí le doy mucho valor porque, de otra forma, si quieres viajar por mar con la máxima comodidad y la menor de las preocupaciones un crucero tipo 'Queen Elizabeth' ha de ser tu elección.

Víctor M. Sánchez

Dos veces he navegado con el Triana, una el pasado verano, a Menorca y otra este año haciendo la Ruta de los Faros, dos navegaciones bonitas y a la vez diferentes, incluyendo un pequeño temporal que vivimos en pasado año, en el que no hubo ningún problema, y que para mi fue emocionante . Yo no había navegado nunca, pero fue una experiencia genial, que volveré a repetir, tanto por las experiencias vividas como por el trato de nuestro "Patrón", Robert, que es una persona estupenda. Se aprenden muchas cosas con él, quien no tiene ningún problema en darte nociones de navegación, que sobre todo para los que no hemos navegado nunca, son interesantes. Animo a todos los que quieran pasar unas vacaciones diferentes a que se apunten a este tipo de salidas, porque personalmente tambien te enriquecen mucho.

Nicolás, M. Anunciación

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